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Uno de los retos más complicados para los diseñadores de cocinas, es trabajar una cocina blanca con otros colores de tonalidades suaves. En este caso, este proyecto de cocina blanca y madera clara es un ejemplo de que se puede conseguir un resultado impecable y acogedor en un espacio que a primera idea suena muy frío.
El lienzo de este proyecto ha sido un espacio de paredes blancas y distribución abierta al salón, que crea un ambiente amplio y expone la cocina como un área más que no puede desentonar de la gran habitación en la que se encuentra.
La luminosidad sin duda ha sido la protagonista del resultado de esta cocina. Con el uso de tonalidades claras, los grandes ventanales que se abren al patio exterior y las lámparas colgantes sobre la encimera; hemos conseguido armonizar el ambiente para integrarlo de forma acogedora a la gran sala en la que está integrada en la cocina.
El mobiliario de esta cocina de madera clara ha sido diseñado para mantener un espacio limpio, ordenado y sin distracciones visuales.
La clave para lograr este diseño armonioso ha sido incorporar cada elemento con sumo cuidado y conferir importancia a cada detalle. El gran armario se ha ubicado en una esquina, siguiendo la continuidad de los materiales y acabados de la encimera, lo que permite que pase prácticamente desapercibido.
Además, encontramos mayor espacio de almacenamiento en los cajones dotados de organizadores internos, armarios en la parte inferior tanto de la encimera como de la isla central.
La guinda de esta cocina es, sin duda, su isla central. Un espacio multifuncional que cuenta con una encimera para cocinar sobre ella, y también encontramos una barra para disfrutar de recetas y momentos en compañía.
Esta isla se erige como el epicentro de la estancia y se convierte en el punto de encuentro natural, tanto para cocinar como para compartir momentos en el día a día.
En este diseño de cocina, hemos utilizado y trabajado con los muebles de cocina del modelo Ak_Project de la marca italiana Arrital.
Este estilo apuesta por líneas sencillas y limpias, donde todo encaja a la perfección. Como si fuera un cuadro bien compuesto, cada elemento está pensado para no desentonar ni romper la armonía visual. El resultado es un diseño lineal, pulcro y equilibrado, que transmite orden y serenidad al resto del espacio compartido.
Los materiales y acabados elegidos refuerzan esa sensación de calidez. Se han implementado la madera clara que aporta naturalidad, mármol en tono crema para aportar un toque sofisticado, y grifería en acero inoxidable que suma modernidad sin perder la esencia minimalista del conjunto.
Los electrodomésticos se han elegido y colocado cuidando la estética del conjunto. La vitrocerámica, de superficie lisa y sin bordes, queda integrada sobre la encimera principal, casi imperceptible a simple vista.
Por otra parte, la campana extractora se ha instalado sobre un falso techo, evitando que cuelgue y eliminando cualquier posible «ruido visual».
Para completar el equipamiento de esta cocina, se ha elegido un horno de diseño sobrio con tecnología avanzada. Su frontal en acero inoxidable y cristal negro armoniza perfectamente con el resto del mobiliario, mientras que la pantalla táctil con mandos laterales escamoteables facilita su manejo sin renunciar a una estética limpia.
Estas decisiones han conseguido que cuando miramos la cocina desde el frente principal, no vemos electrodomésticos a la vista, solo las suaves líneas del diseño y la serenidad que transmiten sus tonos claros.