La disposición de la cocina es una de las principales decisiones que debes tomar a la hora de diseñar este espacio desde cero o planificar una reforma de cocina.
Dependiendo de los metros cuadrados de los que dispongas y su configuración, puede que una u otra estructura resulten más prácticas para sacarle el máximo partido al espacio y trabajar con comodidad.
Entre las distribuciones más habituales destacan las cocinas lineales, las cocinas con isla central, las cocinas en L y las cocinas en U, en las que nos centraremos en este artículo.
Características de las cocinas en U
Las cocinas en forma de U cuentan con tres zonas, una central y dos laterales en perpendicular a esta, situados a los extremos.
Este tipo de cocina se puede adosar a una, dos o tres paredes, dependiendo de la configuración del espacio. También puede crearse incorporando paredes parciales o penínsulas de cocina, por lo que resulta muy versátil en el diseño.
Es una solución práctica, especialmente para cocinas espaciosas, en las que se quiere disponer de mucho espacio de trabajo y almacenaje suficiente que, sin embargo, requiere una buena planificación.
A continuación, te contamos cuáles son los errores comunes al diseñar cocinas en U y cómo puedes evitarlos.
1. Falta de planificación del espacio al diseñar la cocina
Diseñar una cocina es un trabajo que requiere meticulosidad y tener en cuenta una gran cantidad de variables que condicionarán el resultado final. Los materiales escogidos, la ubicación y altura de las encimeras, la posición de los electrodomésticos, los puntos de luz, la ubicación de las ventanas y su apertura, los ángulos de las paredes, los espacios libres, el lado hacia el que abren los armarios de cocina… son solo algunas de las cuestiones que influirán a la hora de lograr el éxito de un proyecto.
Uno de los errores más comunes es pensar que la planificación es más sencilla de lo que realmente es, cuando lo ideal es dejar que profesionales se encarguen de esta tarea para conseguir el resultado deseado.
2. No tener en cuenta las distintas zonas de trabajo
Otro error común en las cocinas en U es no tener en cuenta las zonas de trabajo y su disposición.
En este sentido, se suele hablar del triángulo de trabajo como clave para ubicar los principales elementos en la cocina: el fregadero, la nevera y la zona de cocción.
Dependiendo de las características y el tamaño de cada cocina en particular, la idea es que el movimiento entre estos puntos sea fluido, cómodo y sin obstáculos, con zonas de trabajo lo suficiente amplias pero distancias practicables y reducidas.
Para que el trabajo en la cocina sea práctico, también resulta esencial tener en cuenta en cada caso particular cuáles son las tareas que se lleva a cabo en la cocina y cuántas personas suelen trabajar en ella.
3. Falta de aprovechamiento del espacio
Probablemente una de las cuestiones más delicadas a la hora de diseñar una cocina en forma de U es la de dejar áreas a las que es complicado acceder o no aprovechar de forma eficiente el espacio, particularmente en las esquinas.
En la actualidad, las soluciones de almacenaje para esquinas, como armarios con estantes giratorios o cajones esquineros, resultan muy eficientes y permiten optimizar el uso de cada rincón.
Sin embargo, es importante tener en cuenta también las distancias necesarias para que puertas y cajones se puedan abrir con libertad, sin que ningún obstáculo los entorpezca.
La solución más efectiva a cualquier problema relacionado con la falta de aprovechamiento de espacio es recurrir a las cocinas a medida. Contar con un equipo de profesionales y un mobiliario creado para un espacio en concreto siempre consigue sacarle el máximo partido a cada estancia.
4. Priorizar la estética olvidando la funcionalidad
La estética es muy importante a la hora de crear una nueva cocina pero mucho más importante es que esté ligada a la funcionalidad.
Al diseñar la cocina, puede que la parte visual tenga mucho peso y esto no es un problema siempre y cuando se elijan los materiales teniendo en cuenta su aspecto pero también su funcionalidad, es decir, su durabilidad y su facilidad de mantenimiento.
Los materiales de cocina deben ser antibacterianos, resistentes al calor y a la humedad, a los golpes y las rayaduras, y muy poco o nada porosos, para evitar la absorción de líquidos y las manchas.
Partiendo de este punto, ten en cuenta que algunos materiales y colores requieren un mayor mantenimiento y limpieza, así como que, en la actualidad, los materiales modernos para cocina tienen todas las prestaciones idóneas y un aspecto impecable que puede imitar a la perfección el de otros materiales más delicados.
Conclusión: con un experto no fallarás
Ahora que sabes cuáles son los errores más comunes, si te planteas crear tu cocina en U, no lo dudes y ponte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de acompañarte para que tu proyecto sea perfecto.