- ¿Siempre has soñado con compartir el momento del cocinado con tus familiares?
- ¿Quieres disfrutar de una buena charla mientras haces tu famoso pastel de manzana?
Si es así, estás de suerte. Puedes integrar tu cocina en el salón y convertir el espacio en un lugar más amplio, luminoso y cálido.
Las cocinas integradas con el salón están más de moda que nunca y son ideales para lugares donde el espacio es un bien muy cotizado.
Si estás pensado en hacer una reforma en tu cocina, te vamos a contar unos consejos con los que integrar tu cocina en el salón sin que ello suponga un gran quebradero de cabeza.
¿Qué puedes hacer para unificar la cocina y el salón en Coruña?
#1. Divide las áreas
A la hora de diseñar una cocina que se integre en el salón es importante que diferencies bien las tres partes principales: la cocina, el comedor y la zona del living. Una vez identificadas, elige una gama cromática para todas esas estancias.
Si, por ejemplo, tu salón juega con los tonos ocres, no caigas en el error de diseñar tu cocina en tonos azules. Debes escoger un color que acompañe y se armonice con el resto de la casa. Otra opción es cambiar drásticamente toda la decoración y el mobiliario del salón para ponerlo todo a tu gusto en una misma vez.
Si tienes poco espacio, lo ideal es apostar por una gama cromática de tonos claros como el blanco roto o el gris piedra; colores atemporales, que, además, combinan a la perfección con cualquier estilo decorativo.
#2. Apuesta por los muebles de alta calidad
Recuerda que ahora que tu cocina va a estar abierta a la vista debes cuidar más que nunca los materiales con los que está construida para mayor resistencia, duración y fácil limpieza. Así que escoge materiales de calidad con acabados como la melamina, la madera o el acero inoxidable, entre otros.
Por otro lado, para integrar todo correctamente, lo mejor es panelar los elementos que más destacan o llaman la atención como el lavavajillas o la nevera. De esta manera, se podrá crear un conjunto armónico entre la cocina y tu salón o comedor.
#3. Sé consciente del espacio disponible que tienes
Tanto si tienes una cocina pequeña o de gran tamaño, hay elementos que se pueden incluir para separar ambas estancias como un mostrador, una mesa snack o una isla. Pues, este tipo de mobiliario otorga más espacio y son una manera de tener un lugar de trabajo y también de disfrute.
Recuerda que, como mínimo, hay que garantizar 80 cm de espacio en cada uno de sus lados; sino la sensación puede ser de ahogo y el espacio puede resultar demasiado pequeño para trabajar cómodamente.
#4. Presta atención a la elección del suelo
A la hora de elegir el suelo en una cocina integrada tienes varias opciones:
O bien, apuestas por dos acabados diferentes (el salón de un color y la cocina de otro, por ejemplo) utilizando un elemento que sirva de transición como una cenefa.
U otra opción sería escoger el mismo material para ambas estancias. La tarima o un parquet suelen ser las mejores opciones ya que aportaran continuidad y son materiales que resisten bien el paso del tiempo y el uso diario.
#5. El comedor es tu arma secreta
Aunque, si realmente quieres conseguir una cocina integrada al salón, no puedes olvidarte de escoger bien el mobiliario, en especial, la mesa de comedor. Pues resulta ser uno de los elementos que debes tener en cuenta a la hora de crear una transición entre ambos espacios.
Busca un modelo que sea capaz de integrar y armonizar el salón y la cocina y consigue un aspecto suave y delicado que una estas dos esencias. Para ello, la madera y los tonos blancos no suelen fallar, aunque todo depende del estilo decorativo que siga tu hogar.
De igual modo, otro elemento que no puedes dejar al azar es la campana extractora, que, además, debe de ser de gran calidad. Pues de esta manera evitarás uno de los principales inconvenientes que tiene apostar por este tipo de cocina: Que los humos y olores se dispersen por el salón; así como el ruido que pueda ocasionar mientras está en funcionamiento.
Por esto, una muy buena opción sería separar ambos espacios por una pared de cristal. De esta manera, obtendrás todas las ventajas de una cocina integrada al salón sin dejar que el ruido y el olor pasen tan fácilmente a la otra estancia.
Es importante que a la hora de realizar un proyecto que integre ambos ambientes cuentes con especialistas que sean capaces de ayudarte a combinar colores, materiales y acabados con un resultado óptimo.
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